martes, 7 de abril de 2015

Hoy por ti, mañana por mi....

Siempre me he considerado una persona sociable. Desde bien pequeño no he tenido muchos problemas para relacionarme con la gente. Con gente de todo tipo y condición. Tanto es así que aún guardo amistades con compañeros del colegio,  de mis veranos en Cartagena, del instituto, de la universidad y de todos las empresas donde he trabajado. Pero ha sido a raíz de dedicarme al atletismo popular cuando he descubierto un sentido más amplio de las palabras cooperación y colaboración.
Desde que mi compañera de trabajo, Silvia, me incitó a participar en mi primera carrera popular descubrí ese carácter desinteresado y altruista de la inmensa mayoría de los corredores. El escenario elegido para esa primera carrera fue Guardamar del Segura.
Como buen novato,me dejé llevar por la inercia de la salida y asumí un ritmo de carrera elevado para mi. A pesar de que apenas eran 8 kms.,en el km. 5 reventé y me paré porque el flato y las piernas me impedían continuar. Y, en ese momento, un alma caritativa, una corredora concretamente, tiró de mí, me agarró de la mano y me impulsó de nuevo a la carrera. Mi sorpresa no podría ser mayor: no la conocía de nada, la había adelantado anteriormente....¿por qué decidió hacer lo que hizo? Seguí como pude y finalicé mi primera carrera popular. De hecho, creo que, si no hubiese aparecido esa anónima ayuda, dudo que me hubiese apuntado a otra. Afortunadamente, al finalizar pude darle las gracias por tan bonito gesto.
Después han sido muchas las carreras en las que he ayudado, dado agua y ánimos, a muchos corredores, como forma de devolver lo que esa persona hizo por mí. Pero, sin duda, desde que formo parte de los Urban Runners de Alicante, hace ya casi un año, todo esto se ha convertido en una constante casi diaria. Yo que presumía de hacer kilómetros en solitario sin mayor problema me he transformado en un corredor que, a duras penas, puede hacer ya un entrenamiento en solitario. Y no sólo eso, han sido ya varias las carreras en las que varios compañeros hemos unido nuestras fuerzas para un objetivo común.
Y es que, aunque parezca lo contrario, este es un deporte de equipo. El mejor de los deportes de equipo. Para nada es un deporte solitario e individualista, puesto que todos los atletas que participan en cada carrera popular que se celebra cada fin de semana, son conscientes de que hay algo que les une al resto de participantes. Existe un vínculo especial entre cada uno de ellos. Un vínculo que es capaz de hacer que un corredor de élite ayude a un popular, que un corredor más rápido se sacrifique para que otro, no tan rápido, pueda hacer su mejor carrera tirando de él.... En definitiva, se establece una relación de simbiosis envidiable, que ojalá se pudiera extrapolar a la vida real.
Y en esas estamos ahora, ayudando a mi compañero Salva para que pueda lograr la meta que se ha propuesto: completar la Maratón de Madrid. Desde hace un par de meses le estoy acompañando en las tiradas largas e intentando darle los mejores consejos para que se una a ese club de los que hemos superado la distancia de Filípides. Sin duda, será un momento inolvidable para él cuando se vea cruzando la línea de meta en el Parque del Retiro, pero también lo será para mí.

What´s next?


Mi compañero y amigo Salva y yo entrando juntos en la pasada Volta a la Foia

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